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Birmingham, uno de los rincones más tenebrosos de Reino Unido en el pasado, se ha convertido en la tercera ciudad más importante de Inglaterra, por detrás de Londres y Manchester, y en la segunda más poblada del país. Ubicada en la región del West Midlands, el nombre que recibió durante el Medievo "Brummagen" sigue todavía muy presente, tanto que la ciudad se conoce popularmente como "Brum" y a sus habitantes, de cuyo acento se dice (muy) habitualmente que es el menos atractivo de Reino Unido, como "brummies".
La ciudad está a unos 170 km al noroeste de Londres, y el entorno en el que se ha levantado no podría ser más hermoso. Rodeada de las colinas Lickey Hills, Clent Hills y Walton Hill; los paisajes de los que podrás disfrutar en Birmingham te embrujarán. El terreno que ocupa Birmingham era un antiguo bosque, el bosque Arden, y aún hoy es posible apreciar en sus calles árboles varias veces centenarios.
La historia de la región comienza hace más de 2.000 años con pequeños asentamientos agrícolas, que fueron dominados por las legiones romanas que construyeron un fuerte y numerosos caminos. Más adelante, los anglosajones se asentaron y la población creció gracias al comercio, a pesar de las sucesivas invasiones sufridas durante la Edad Media. El descubrimiento y la explotación de hierro y carbón dieron el impulso gigantesco a la ciudad, que tras la Revolución Industrial fue conocida como "la fábrica del mundo".
Ya en el siglo XVII, Birmingham era famosa por la fabricación de armas de fuego, pero su producción de mercancías en el siglo XIX fue tan importante que toda Inglaterra se unió a la ciudad a través de canales y líneas ferroviarias. Numerosas fábricas tenían su sede en Birmingham, lo que dio lugar a un paisaje urbano con grandes fábricas sombrías y viviendas pequeñas. La pujanza de su industria también fue su martirio, ya que Birmingham fue la ciudad más bombardeada de Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial. No obstante, sus sitios más emblemáticos como la universidad, la catedral y la casa del Soho se preservaron intactos. Le reconstrucción de la ciudad fue muy rápida pero, desafortunadamente, no se tuvo demasiado en cuenta la estética.
De lo que sí puede enorgullecerse Birmingham es de ser considerada una de las ciudades del mundo más agradables para vivir y haber sido cuna del movimiento punk y de la música heavy metal.
Actualmente Birmingham es una ciudad llena de contrastes, dinámica de día y vibrante de noche. Una ciudad donde el pasado y el presente se combinan para dar lugar a una nada despreciable actividad cultural, a grandes eventos y exposiciones internacionales, a una animada vida nocturna y a galardonados restaurantes. Birmingham tiene una personalidad diferente que deja huella en todo aquel que esté dispuesto a descubrir los secretos que entraña.